Respuesta a carta de Capitán América
Sr. “Capitán América”:
Espero que se
encuentre bien y gracias por su carta. Honestamente no conozco mucho de lo que
usted hace, y, sin querer ofenderlo, no tengo tiempo para darle clases. En
principio, esto sucedería por dos motivos.
El primero de ellos,
es que me encuentro con mi familia, cuidando de mis hijos y viendo como crecen,
cosa de la cual no puedo disfrutar cuando normalmente compito en el circuito
ATP, ya que este se desarrolla por todo el mundo, y los viajes son constantes.
No tendría hueco en mi vida para brindarle ese servicio. Como debe saber, el
tiempo es oro. Adicionalmente, creo que nos quedaría un poco lejos el encuentro
(yo vivo en Suiza, y por lo poco que conozco de usted me parece que se
encuentra en los Estados Unidos), cosa que le haría tener que trasladarse muy
lejos para tomar clases conmigo.
Existe, además, un
segundo motivo, el cual no solo me resulta algo divertido, sino que a la vez me
genera la sensación de que me están tomando de imbécil. Creo que se tomó muy en
serio lo de ser un personaje famoso en nuestra sociedad, al punto de que ya se
cree real. Porque claro, usted es un ser humano de carne y hueso, que puede
escribirme una carta porque está en su casa, sentado en su sillón, pensando en
tomar clases de tenis conmigo. ¿Qué clase de locura es esa? Usted es de un
mundo ficcional; esto claramente fue enviado a mi persona como broma.
Imagíneme, contestándole a su carta, aceptando su propuesta. ¿De verdad me cree
tan estúpido? Mire, normalmente no contestaría a este tipo de cartas, pero ya
es la quinta vez que me llega una de algún personaje ya sea ficticio o muerto,
y empiezo a creer que esto es una forma de distraerme para que no me concentre
en el tenis, o para intentar lograr que me retire. Es una decisión mía. Y si no
le parece, métase su escudo por donde usted sabe.
No deseo volver a
hablar de este asunto con usted, así que no vuelva a escribir. Y si por algún
motivo si existe en la realidad y no me está tomando el pelo (cosa que
encuentro imposible), ignore lo anteriormente dicho y salude a mis hijos en su
próxima película, que les gusta mucho verlas. Aun así, no
puedo aceptar su propuesta.
Que tenga un buen día,
quien quiera que sea,
Roger Federer.
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