Autoevaluación Primer Cuatrimestre
Honestamente, no me preocupé mucho por hacer esta autoevaluación. Y no mentiría al decir que la hice de último momento (aunque eso no significa que la haya hecho a media máquina; escribir a media máquina es como no arriesgarse porque podés llegar a perder. Al mismo tiempo que suena lógico en algunas situaciones, suena tonto en muchas más). Empecé con esta materia bastante tarde (lo cual hizo que me quedara algo cuesta arriba con las consignas, y hay un par que todavía no hice), más que nada por falta de conocimiento de la actividad, y el tiempo que estuve en las clases y realizando tareas (que habrá sido la segunda mitad del cuatrimestre), me pareció interesante, más que nada por las partes de escritura más libres, y no tanto por las notas de lectura y demás. Aún así, creo que lo que más molestia me generó fue cuando se empezó a hablar constantemente de recursos técnicos para la escritura.
Y no es que no sean necesarios (porque claro que lo son), pero es algo
que me resulta infumable si se charla por más de diez minutos. Porque si tengo
conocimientos del tipo a la hora de escribir, los aplico inconscientemente. No
estoy intentando colocarlos metódicamente dentro de mis producciones, porque no
es mi estilo de escritura. Cuando los propios autores de cuentos o novelas
empiezan a hablar de otros autores y sus obras y de como construyen sus
producciones, me genera un rechazo bastante inmediato. Tampoco es que pretendo
pura espontaneidad, pero no sé, es algo que solo me ocurre.
No tuve la oportunidad de leer (o de que fuesen comentados) ninguno de
mis textos (probablemente porque venían atrasados de fecha, o porque yo tampoco
hablaba en las clases prácticamente) pero, más allá de que en el algún momento
me gustaría que eso ocurriera para tener una opinión externa sobre mi trabajo,
el clima dentro de los espacios virtuales es más que agradable.
Ya dentro del receso, perdí mucho tiempo. Y cuando digo esto me refiero
a que no use el tiempo que nos otorgaba el mismo de manera eficiente. Cada uno
tiene sus razones (o excusas) para no hacer lo que uno debe hacer, y yo tengo
las mías. Pero eso no significa que uno no piense “podría haber hecho esto
antes”, o “que manera de boludear” como algún tipo de respuesta fácil a la
consecuencia de no hacer las cosas a tiempo. En resumen, este cuatrimestre fue
excesivamente disfuncional, y llegó bastante más tarde de lo esperado. Y
probablemente podría haberme esforzado muchísimo más por hacer algo que me
gusta tanto como escribir. Y no me anoté en esta materia pretendiendo aprender
a escribir, porque eso ya lo sabía (aunque me ayudó a mejorar
significativamente), pero quizás a veces es necesario pensar que no se tiene
idea de como se escribe, porque te hace arrancar de cero. Y eso es lo que veo
para arrancar ahora de nuevo: punto muerto y primera, a ver que sale.
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