Nota de lectura Tesis Sobre el Cuento y cuento elegido

En el texto de Piglia (que parecen más un conjunto de afirmaciones más que un texto), se nos presenta una situación en la que el narrador nos explica cómo se construyen los cuentos, fundamentalmente a partir de la narración de dos historias; una en principio visible y la otra secreta, la cual no se narra (aunque más adelante se ven ejemplos de autores que sí la explicitan). En sí el despliegue que se nos presenta consiste en poder llegar a descubrir la segunda historia a través de elementos presentes en la primera. Eso es un poco lo que ocurre en La **** ventana, de Lara Grún. El relato comienza con una persona que se encuentra retornando a su hogar (o el de su padre como el narrador o narradora -un detalle que nunca conocemos- indica), y que, se tomase o no aquella foto con la casa abandonada de fondo, podría sin más llegar a su casa. Pero ese elemento está ahí porque es necesario para poder desarrollar lo que no se cuenta.

Al llegar al departamento, la persona conecta la cámara de fotos a la computadora para ver las imágenes. Luego de una breve descripción, se da cuenta de que una figura aparece en la foto que se sacó, en una de las ventanas de la vieja casa. A continuación, la cámara comienza a funcionar de manera extraña, mostrando números y colores extraños, y se apaga, según el narrador o narradora, por última vez. En este caso, podríamos pensar la historia en un esquema como el que explica el texto de Piglia al principio: una persona se dirige a su casa, al llegar conecta su cámara a la computadora y así se da cuenta de que la vida no se vive a través de un objeto, por más que este te muestre todas tus memorias. De esta última situación se puede extraer una frase sobre el final del cuento Repentinamente el programa se cerró y con él se llevó los recuerdos, en seguida figuró una advertencia en el monitor de mi computadora: El dispositivo ha sido desconectado, la cual no nos explicita la conclusión de la historia (la revelación tácita que es la segunda historia), pero sí nos da un indicio para llegar a ella.

El narrador en el texto de Piglia continúa enumerando a autores que resuelven esta dualidad de historias, y sobre el final nos dice una frase que me parece perfecta para consolidar, no solamente el escrito en el cual se encuentra, sino también al otro que incluyo en este análisis:

“El cuento se construye para hacer aparecer artificialmente algo que estaba oculto. Reproduce la busca siempre renovada de una experiencia que nos permita ver, bajo la superficie opaca de la vida, una verdad secreta”.


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